Consumers International y 22 organizaciones consumeristas de 13 países de la región advierten del riesgo sanitario por la cría intensiva de animales.
La producción intensiva que las granjas industriales llevan a cabo, así como el uso de hormonas y antibióticos, el hacinamiento de los animales, y el mal manejo de desechos, pueden propiciar el surgimiento de patógenos y virus como el AH1N1, señalaron en una carta Consumers International (CI) y 22 organizaciones de consumidores de Latinoamérica y El Caribe, entre las que se encuentra el Centro para la Defensa del Consumidor CDC, a la OPS y a la representación regional de la FAO.
CI y sus miembros en la región, plantearon estas preocupaciones en una carta dirigida a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) el pasado 8 de julio.
“En la actualidad la opinión pública cuenta con una serie de antecedentes provenientes de fuentes prestigiosas y confiables que sustentan el riesgo sanitario existente alrededor de este tipo de producción intensiva de cría de animales, incluida la amenaza de ser terreno propicio para la creación de nuevos virus, como el AH1N1, por cuya causa la OMS ha declarado pandemia mundial.”,agrega la carta que llama tanto a la OPS como a la FAO a investigar:
- Las causas de la gripe porcina
- Los lugares donde se originó el virus AH1N1
- Los métodos de producción intensiva empleados en las granjas industriales en toda la región
- Sus diferentes impactos en las poblaciones aledañas
- Sus diferentes impactos en toda la población de la región
Al mismo tiempo, CI y las organizaciones de América Latina y el Caribe señalan que en el actual contexto de emergencia sanitaria, “no podemos esperar sino que la OPS y FAO desarrollen propuestas para regular las granjas industriales”.
Juan Trimboli, Coordinador de CI en América Latina y el Caribe, señaló: “Los consumidores necesitamos que se regulen las prácticas agropecuarias a escala industrial porque, en muchos casos constituyen una manera de producir carne ambientalmente perjudicial, dañina para el trabajo de los pequeños campesinos, inhumana para los animales y potencialmente peligrosa para la salud humana”.
En marzo de 2003, la revista Science había advertido que la gripe porcina estaba evolucionando en fase rápida a causa del aumento del tamaño de los criaderos industriales y del uso generalizado de antibióticos y vacunas
Investigadores ubican el origen de la actual pandemia de influenza porcina en una comunidad del estado de Veracruz, México, llamada La Gloria, cercana a las granjas industriales Carroll, productoras de carne de cerdo y filiales de Smithfield Foods Inc. Allí se detectó este año a la primera persona contagiada con el actual virus de la influenza porcina: un niño llamado Edgar Hernández, de cuatro años, y que sobrevivió a la gripe.
Aunque no se ha confirmado la existencia de un vínculo causal entre esas granjas y este primer caso de gripe porcina, CI cree que es vital tomar las precauciones necesarias para proteger la salud de los consumidores.
En su carta a la OPS y la representación regional de la FAO, CI y las organizaciones de consumidores de la región enfatizan en que pondrán toda su capacidad de trabajo en red “para luchar por los derechos de los consumidores a la salud, a la seguridad alimentaria y a vivir en un ambiente saludable”.
Las organizaciones firmantes agregan que esperan apertura de las entidades responsables de velar por la salud de la población para establecer mecanismos que permitan dialogar y hacer llegar propuestas que permitan desarrollar normativas para que las granjas industriales trabajen bajo estrictos controles de calidad.